Ok, no sé cuanto he sufrido el mismo camino y no puedo salir de él, puede ser que aún no aprendo mi lección o no he seguido mis instintos. Y es que cuando pretendo jugar sólo acabo siendo la víctima de mis propias redes, ya no. Ya no quiero esperar más de lo que no habrá, no existirá, por que a Dios le pedi una señal y tardó pero la recibí con los dolores que me recuerdan a pasados. Si me dijeran que es lo que prosigue, sería alejarme, dar la espalda y comenzar hacer lo que mejor hago: Olvidar, ponerme un muro y sofocarte en recuerdos más grandes, aventar tu cruz y seguir, seguir como siempre me he vivido: a mi suerte.
Es que no me quejo porque sé que no soy lo mejor, ni lo suficiente, tengo todo para ser rechazado, ¡Dios Mio! ¿En que me convertiste si yo no te hice nada? ¿Si intente ser un buen hombre? Una aberración, en un cansancio eterno. Me ciegas para que sólo me entregue a cosas que no son mías. No sé si pueda cambiar y que todo esto resulte en positivo, aciertos o mejores caminos. ¡Carajo! Quiero no haber conocido la semilla. Hube acabado con el inicio. Yo era feliz con mi muro, amargado y siendo el villano. Soy infeliz tratando de jugar con máscaras. Soy tan infeliz… tan triste y derrotado. Ojala algo me saque de aquí, yo no se como hacerlo…